La convivencia y el aumento de peso

. sábado, 14 de abril de 2007
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La convivencia y el aumento de peso


Irte a vivir con tu pareja puede traerte mucha felicidad... pero también algunos kilitos de más. Al menos, eso es lo que afirman dietistas de la Universidad de Newcastle.

Según sus investigacio­nes, las mujeres que deciden convivir con sus novios tienden a engordar y a comer de forma poco saludable. En concreto, suelen ingerir más grasas y azúcares. Por el contrario, la alimentación de los hombres se vuelve más sana al cohabitar con sus novias o esposas.


La explicación estriba en la tendencia que tiene cada miembro de la pareja a tratar de complacer a su com­pañero. Aunque no siempre se puede generalizar.

La infidelidad

. viernes, 6 de abril de 2007
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La infidelidad


Aunque parezcan excusas, unas copas de más, la sole­dad de una habitación de hotel durante un viaje de trabajo o la comprensión de un amigo después de un mal día pueden ser si­tuaciones proclives a cometer una infi­delidad "accidental". Según el experto Frank Pittman, la mayoría de los infieles "por accidente" (mayor porcentaje de hombres) se caracterizan por no sentir un compromiso muy fuerte en su ma­trimonio, por tener amistades bastante promiscuas y por sentir especial atrac­ción hacia los retos.

Pero también existen otros factores que favorecen la tendencia al desliz. Y es que en los periodos de crisis o grandes cambios (depresión, hijos que se hacen mayores, enfermedad, ascenso o des­pido laboral...), una aventura supone un escape de la cruda realidad. Además, suelen ser personas mucho mayores o menores; muy dominantes o depen­dientes; o con problemas más graves que los del "infiel" los que constituyen los objetos más frecuentes de este tipo de obsesiones románticas. Sin embargo, la cuestión no sólo es anali­zar por qué se ha cometido una infideli­dad "sin querer", sino qué hacer después. Estas son algunas de las reacciones más comunes y el paso más conveniente a dar:


Formas de evitar la infidelidad


1- "He cometido una estupidez".

Lle­gas a la conclusión de que ser infiel es una equivocación cuando valoras que tienes una relación satisfactoria. Qué hacer: Puedes decidir contarlo o no a tu pareja, pero es recomendable tomar precauciones para evitar futuras tentaciones (por ejemplo, no beber demasiado en la cena de la empresa, no ir a tomar café con ese compañero al que sabes que atraes, etc.).


2- "Él (o ella) me empujó a hacerlo".

Le echas la culpa de lo ocurrido a tu pareja, ya que él o ella te ha de­cepcionado con anterioridad. Qué hacer: Si no expresas tu des­contento, sólo conseguirás aumen­tar el resentimiento y deteriorar más tu relación.


3- "No tiene mayor trascendencia".

Piensas que esa infidelidad sin más consecuencias no te ha afectado (ni a tu relación) demasiado y decides que podría ser un "hobby" inofensi­vo que practicar de vez en cuando.

Qué hacer: Convertir algo accidental en habitual es una decisión que con­cierne a la pareja y que debería ser pactado por ambos miembros.


4- "He conocido el verdadero amor"

Crees que no habrías tenido ese desliz si estuvieras con la persona adecuada, que "tenía que pasar", y piensas que te has enamorado de tu nuevo amante (casi un desconocido).

Qué hacer: La infidelidad basada en un enamoramiento romántico es la forma más destructiva para una relación. Reflexiona si no se trata de algo pasajero. Analiza de forma sincera y profunda lo que sientes y cómo va tu relación antes de tomar una determinación.