Pecados que debes cometer
He aquí cinco pecadillos que, bien llevados, pueden ayudar a conocernos y a romper clichés sociales que nos encorsetan ("no seas egoísta", "el desorden es malo"...) y que no siempre resultan positivos
La clave de la felicidad, dicen los científicos hoy, se encuentra en las endorfinas, esas sustancias opiáceas fabricadas por las neuronas. Con ellas llegan la relajación, la sensualidad y la serenidad, pero... ¿cómo se producen? En general, cuando realizamos actividades que nos dan placer, cuando satisfacemos nuestros deseos cotidianos... En definitiva, cuando hacemos lo que nos gusta. Sin embargo, tendemos a negarnos algunos placeres por considerarlos "pecadillos": la pereza, el desorden, la lujuria... ¿Y si, bien llevados, éstos no fueran pecados, sino fuentes de crecimiento y bienestar?
Cuales son los pecados que debes cometer
Permítete ser tú mismo
¿Por qué no hacer la prueba, dejarnos ser, sin miedo, un poco vagos, un poco sensuales, un poco desordenados...? Si somos capaces de permitírnoslo de forma consciente, la experiencia nos aportará flexibilidad, sinceridad y autoconocimiento, tres actitudes que enriquecen nuestra vida permitiéndonos adecuar lo que creemos ser como personas (nuestro yo ideal) a lo que realmente somos (el yo real) y queremos ser. No atormentarse por los "pequeños defectos" mejora el tono vital, favorece una existencia más placentera y permite gozar de un mayor equilibrio con uno mismo. Parece un juego, pero en realidad es una terapia: aprenderemos a permitirnos lo que habitualmente nos empeñamos en negarnos por convenciones sociales o limitaciones que nos autoimponemos. Te ayudamos a "pecar" sin remordimientos.