El Psicoastrologo

. lunes, 18 de junio de 2007
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El Psicoastrologo


-Es aconsejable tener referencias. Conviene que sea un gran conocedor de la astrología y la psicología, además de una persona ética y ho­nesta.

-Se debe sentir cómodo con él y percibir que el trabajo de terapia se realiza en conjunto con el tera­peuta.


COMO ELEGIR EL PSICOASTROLOGO


-Dígale lo que nece­sita y pregúntele si se lo puede facilitar: observe entonces si hay entendimiento.

-Ojo con los malen­tendidos del lenguaje, pues si ya existen muchas distorsiones en temas banales de la vida cotidiana, és­tas pueden ser muy peligrosas si entran en juego expectativas vitales.

-No es deseable que dé respuestas de un día para otro, ni que interprete la carta astral "en caliente", recién salida de la computadora.

El romanticismo en la relacion

. lunes, 11 de junio de 2007
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El romanticismo en la relacion


Quién ha dicho que el roman­ticismo está pasado de moda? Recurrir a estrategias román­ticas puede ayudar a encender la chis­pa de una relación que empieza a en­friarse. Aunque no es necesario esperar a que esto ocurra para recurrir a los clásicos cenar a la luz de las velas, rega­lar una caja de bombones, ir juntos a la ópera... O para innovar con las siguientes sugerencias:


Como mejorar el romanticismo en la relacion


1- Proponle apuntaros a un curso de Tantra, donde aprenderéis a despertar la fuerza del amor, y a mejorar vuestra capacidad de gozar de la vida en gene­ral y de la sexualidad en particular.

2- Sugiérele ir al estudio de un pintor y que os haga un retrato juntos. O acu­dir a un fotógrafo profesional para que os haga una fotografía artística.


3- Dile que le quieres regalar un ama­necer especial y plantéale hacer sen-derismo por la noche para llegar a una cumbre (o algún punto elevado de un monte) para disfrutar, después del es­fuerzo, de ver cómo sale el sol.


4- Apuntaos juntos a clases de bailes de salón. Nada más sexy que bailar tangos ni más romántico que el vals.


5- Escribe un corazón con tu nombre y el suyo en la puerta de casa, del garaje, en un espejo… (existen pinturas que se limpian fácilmente).


6- Regálale una planta y explícale que, al igual que vuestra relación, hay que cuidarla para que crezca, dé flores y sobreviva a las dificultades.


7- Sorprende a tu pareja con un tour por lugares en los que hayáis vivido vuestras primeras experiencias: beso, noche juntos, viaje, etc.


8- Prepara la "caja del amor" y sugiere meter en ella cosas que signi­fiquen algo para ambos y recuerden cómo ha ido desarrollándose vuestra relación: fotografías, entradas de cine o conciertos, CDs, souvenirs, etc.


9- Alégrale el día con un desayuno especial: tostadas con un corazón de mermelada, bombones en forma de corazón, flores, un poema recitado...


10- Ve a buscarle a la salida del tra­bajo y llévale a un parque para hacer un picnic con alguno de sus platos favoritos y, por supuesto, cava.

Estar sin pareja

. sábado, 2 de junio de 2007
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Estar sin pareja


¿Has tenido varias relaciones encadenadas? ¿Te sientes vulnerable y desamparado cuando no cuentas con alguien a tu lado? Recapacita. Un tiempo sin pareja puede ser el momento adecuado para madurar


Tras mi última relación me sentía sola, no de­seaba estar y sentirme así. Al mes conocí a Alberto, pensé que se­ría la persona ideal pa­ra que la soledad y la tristeza desapa­recieran y me devolviera la alegría, pero nuevamente fue un fracaso", comenta Ana.

Dicen que "la mancha de mora con otra verde se quita", y son muchas las ocasiones en las que lo seguimos al pie de la letra, lanzándonos a nuevas aventuras amorosas sin analizar antes por qué no funcionaron las anterio­res. Pero ¿cuáles son los motivos de tantas relaciones seguidas y fallidas?


Como estar sin pareja


Enamorados del amor

Sandra acababa de ser abandonada por su pareja. Al cabo de unos días conoció a Jorge, hablaron durante horas e intercambiaron teléfonos pa­ra seguir en contacto. Meses después compartían piso. Sandra no quería sentirse sola, anhelaba la fase de ena­moramiento que un día vivió en su anterior relación y deseaba volver a sentirse así.Tras cuatro meses inten­sos la relación llegó a su fin; la po­ca base que existía superó a la pasión del inicio y la atracción mutua. La fase de enamoramiento de cada una de esas historias breves y repe­tidas es una experiencia fuerte que engancha.Viene a cubrir anhelos in­conscientes como pueden ser: el de­seo de ser querido, la huida de los propios problemas, así como conflic­tos anteriores no superados. Es ne­cesario analizarlos y resolverlos para poder sentirse bien con uno mismo y disfrutar sin presión de todo tipo de relaciones sociales.


Eres una naranja entera

En ocasiones es el propio sentimien­to de sociedad el que nos lleva a pensar que estar en pareja es la si­tuación imprescindible para ser feliz. Esto puede generar cierta ansiedad y preocupación cuando, llegada cierta edad, no se tiene una relación gratifi­cante. Entonces se crea un deseo cie­go por encontrar pareja, cuyo cometido será tapar soledades y llenar va­cíos de autoestima. Pensar que somos seres incompletos que necesitamos "otra mitad de la na­ranja" nos hace valorarnos no por lo que somos, sino por nuestra situación sentimental, lo que a su vez puede conducirnos a permanecer en una re­lación perjudicial, ¡y todo por el mie­do a la soledad! Sólo queriéndote a ti mismo serás libre para disfrutar de la vida y de lo que ésta puede ofrecerte.


Adictos al romance

En la primera etapa pasajera de la re­lación amorosa nos sentimos inmen­samente felices. Las emociones se vi­ven intensamente, todo es mágico, la vida se percibe desde otra perspectiva: risas, placidez, aleteo en el estómago, optimismo. El amado es un ser per­fecto al que siempre amaremos. Este sentimiento nos produce gran placer, y hasta la química de nuestro cuer­po cambia: producimos unas sustan­cias llamadas endorfinas que nos envuelven en ese estado de embriaguez emocional. Nos descubrimos más ge­nerosos y volcados que nunca en sa­tisfacer, sorprender y agradar al otro; se convierte en la mayor ilusión.